Autor: Charles Dickens
Serie: -
Género: clásico, novela gráfica
Editorial: La Otra H
Páginas: 207
Charles Dickens (1812-1870) fue sin lugar a dudas el novelista británico más destacado de la era victoriana. Su 'Canción de Navidad', el gran éxito con el que daría definitivamente el salto a la fama, se ha convertido en uno de los mayores clásicos de la literatura universal y en una crítica imperecedera sobre las desigualdades sociales y los estragos que la avaricia —estandarte de la sociedad contemporánea— puede causar en el ser humano.
"Aquel empedernido pecador era un avaro que sabía agarrar con fuerza, arrancar, retorcer, apretar, raspar y, sobre todo, duro y cortante como esos pedernales que no despiden vivíficas chispas si no al contacto del eslabón. Vivía ensimismado en sus pensamientos, sin comunicarlos, y solitario como un hongo. La frialdad interior que había en él le helaba la aviejada fisonomía, le coloreaba la puntiaguda nariz, le arrugaba las mejillas, le enrojecía los párpados, le envaraba las piernas, le azuleaba los delgados labios y le enronquecía la voz. Su cabeza, sus cejas y su barba fina y nerviosa parecían como recubiertas de escarcha".
Valoración: ⭐⭐⭐
Hacía ya algunos años que no releía este clásico navideño, que todos conocemos. Quien más y quién menos ha visto alguna vez una de las adaptaciones cinematográficas del cuento de Dickens, si no ha leído el libro; e incluso hay versiones en capítulos de series.
Buscando un libro paranormal para apuntarlo como posible lectura para uno de los retos de este nuevo año, llegué a este ejemplar que narra este clásico en formato manga. Y, como suele ocurrir, me puse a leerlo directamente.
La trama es conocida: Ebenezer Scrooge es un avaro hombre de negocios, y en la Nochebuena le visitan tres fantasmas: el del pasado, el del presente y el del futuro. Una historia entretenida, con moraleja y que hace sentir bien al lector. Pero el formato manga no me ha convencido, sobre todo porque todo el libro está en dibujado en tonos de gris (el único color es el verde de la portada) y la imagen de los fantasmas no cuadra con lo que me imaginaba (el del presente tiene un parecido muy razonable).