domingo, 21 de octubre de 2018

"El tatuador de Auschwitz" de Heather Morris

Hay numerosos libros sobre el Holocausto, pero ninguno como éste. Se basa en una increíble historia real detrás de uno de sus símbolos más potentes: los números azules tatuados en los brazos de los prisioneros de los campos de concentración. Cuando a Lale Sokolov le fue encomendada la tarea de tatuar los números en las víctimas que –como él– eran encerradas en Auschwitz, usó la mínima libertad que su rol le permitía para intercambiar joyas y dinero de judíos asesinados por comida para ayudar a otros a sobrevivir. De ser atrapado, lo habrían matado al instante. Lale se propuso vivir una vida tan plena como le fuera posible dentro de esas terribles circunstancias. Una mañana, en la fila de prisioneros que esperaban para ser tatuados, una joven temblorosa llamó su atención. Para él fue amor a primera vista y se juró que, si lograba salir del campo, la buscaría hasta encontrarla. Durante cuatro años, Heather Morris entrevistó a un anciano Lale Sokolov. Apoyándose en sus encuentros y en abundantes documentos pero con la potencia de la mejor de las ficciones, El tatuador de Auschwitz narra esos hechos que permanecieron casi desconocidos durante más de setenta años. Por trágico que sea el relato, es un llamado a la esperanza y al coraje. Y, sobre todo, una inolvidable historia de amor y supervivencia.


Un emotivo e intenso libro que narra la historia de un joven judío checo que se entrega voluntariamente a los nazis con la vana esperanza de salvar a su familia. Su fuerte espíritu de lucha, de superación personal, le lleva a aprovechar cualquier mínima ventaja, cualquier resquicio de mejora, para conseguir sobrevivir. En su caso, aceptar el trabajo de tatuar los números que marcaban a los prisioneros del campo. Una tarea horrible, que le obligaba a realizar un trabajo que sus propios compañeros de infortunio consideraban colaboracionista, pero que él supo aprovechar no sólo para tener más posibilidades de sobrevivir al horror, sino para ayudar a sus compañeros en lo máximo que podía, arriesgando su propia vida.

Lale conseguiría sobrevivir al horror, encontrando de camino el amor de su vida, la que sería su esposa. Y sólo muchos años después, tras la muerte de esta, se animaría a contar su historia a la autora del libro, siempre con el miedo de ser tachado de colaboracionista.

Una historia narrada desde un punto de vista algo diferente a los otros libros escritos por supervivientes del holocausto. Y que deja entrever una verdad a veces oculta: que lo que pasaba en ese campo, los asesinatos en masa, era bien conocido por la población civil del entorno, algo que más tarde negarían rotundamente.

"El color púrpura" de Alice Walker

El color púrpura cuenta, a lo largo de distintas décadas, la intensa vida de Celie, una mujer de la América rural del Sur. Forzada a casarse con un hombre brutal. Celie se retrae y comparte su desgracia sólo con Dios. Celie sufrirá una transformación gracias a la amistad que comparte con dos extraordinarias mujeres, adquiriendo la autoestima y la fuerza que necesita para perdonar.



Una novela espectacular, escrita en forma de cartas escritas o recibidas por la protagonista, Celie, que a pesar de una infancia horrible seguida por un matrimonio terrible, es capaz de resurgir de sus cenizas y lograr triunfar frente a las adversidades.

Ganador del premio Pulitzer, su lectura es intensa emocionalmente, mostrando el horror de los malos tratos y los abusos, la injusticia de la segregación racial, y la esperanza de tiempos mejores, de un amor también prohibido.

Un libro que os recomiendo encarecidamente.

"Leyendas" de Gustavo Adolfo Bécquer

Bécquer, prosista o poeta, poeta o prosista, siempre se manifiesta como artista completo e intemporal. La aparición de sus 'Leyendas', cuyos valores literarios son notablemente superiores a los de las leyendas predecesoras y coetáneas, supone la culminación, superación y aniquilamiento de un género. La materia prima literaria es elaborada por Bécquer de acuerdo con sus propios parámetros estéticos, imprimiendo el sello de su microcosmos personal y la impronta identificadora de su lenguaje poético.

Incluye:
- La creación (poema indio)
- Maese Pérez, el organista
- Los ojos verdes
- La ajorca de oro
- El caudillo de las manos rojas
- La cruz del diablo
- Tres fechas
- El Cristo de la calavera
- La corza blanca
- La rosa de pasión
- Creed en Dios
- La promesa
- El beso
- El monte de las ánimas
- La cueva de la mora
- El gnomo
- El miserere
- La arquitectura árabe en Toledo
- ¡Es raro!
- Las hojas secas
- La mujer de piedra


Como no podía ser otra cosa, he disfrutado como una posesa de las historias del maestro del romanticismo español. Y qué mejor época para leerlo que en el mes en el que se celebra la noche de los muertos, aunque yo me haya adelantado un poco.

Un conjunto de historias, de amores imposibles y sucesos paranormales, narradas con un estilo poético que encandila al lector.

sábado, 6 de octubre de 2018

"La tumba del niño" de Eugenio Prados

Un condenado a muerte escapa del furgón que lo trasladaba para ser fusilado y se adentra en un solitario páramo huyendo de la policía.

Allí descubre un pueblo abandonado en el que ve el refugio perfecto. Pero pronto descubrirá el misterio que encierra aquel lugar y que escapar de la ley será el menor de sus problemas.

'La tumba del niño' es una historia de terror de las que es mejor no contar demasiado. Atmosférica y sorprendente, hará que nunca vuelvas a ver a un niño con los mismos ojos.



Relato corto, muy corto, pero que aun así, casi sin darte cuenta, te atrapa entre sus páginas. La historia empieza de una forma intensa, con la fuga de un preso de un furgón policial camino del patíbulo. Pero si os pensáis que el relato se centra en esta fuga, estáis muy equivocados. No os puedo contar más; tenéis que leerlo para saber lo que se encuentra en ese pueblo perdido.

Miedo, lo que se dice miedo, no he pasado. Pero sí que te deja con un mal cuerpo, un desasosiego, que te atrapa del principio al fin.

"Las manzanas" de Agatha Christie

Ariadne Oliver está de visita en casa de su amiga Judith Butler. La casa hierve de actividad, pues se prepara una fiesta infantil y hay que organizar diversos juegos. Mientras duran los preparativos, Joyce, una jovencita, afirma haber presenciado un asesinato. Nadie cree en lo que dice por su fama de mentirosa. 



Libro protagonizado por el policía retirado, Hércules Poirot, ya en sus años de jubilación, al que el forzoso retiro le trae por la calle de la amargura. Y he ahí que una antigua conocida, la escritora Ariadna Oliver, le viene con un caso que ni hecho a medida: una niña ha aparecido muerta, no hay testigos, no hay pruebas, y la única sospecha es algo que ha dicho la niña, una mentirosa consumada.

Este libro es de los que más me ha gustado de los leídos de esta autora. No sé si por el momento, o por la madurez del personaje, o porque los hechos están un poquito más cercanos en el tiempo y el choque cultural no lo es ya tanto.