"Fórmulas mortales" de François Morlupi

Título: Fórmulas mortales

Autor: François Morlupi

Serie: Los cinco de Monteverde 01

Género: Policíaco/novela negra

Editorial: Duomo

Páginas: 384

¿Son unas fórmulas científicas capaces de provocar los asesinatos más atroces?

El verano sofoca Roma, y sus ciudadanos han huido del calor y del tráfico infernal en busca de las deseadas vacaciones. Solo unos pocos se han quedado en la Ciudad Eterna. El co­misario Ansaldi, aquejado por la ansiedad y los ataques de pánico, reúne a su equipo ante lo que se perfila como el ase­sinato más espeluznante de su carrera: un cuerpo, torturado y mutilado, con los miembros amputados y colocados con el fin de formar una de las fórmulas más relevantes para la Física. Será el primero de una serie de crímenes rituales que descon­certarán a la sociedad romana y a los cinco investigadores de la comisaría de Monteverde. Juntos intentarán llegar al fondo de lo que los medios de comunicación han bautizado como «el caso de las fórmulas mortales», una investigación tras la cual ninguno de los protagonistas volverá a ser el mismo

Valoración: ⭐⭐

El comisario Ansaldi está al frente de un grupo de investigación de una comisaría en un anodino barrio de la ciudad de Roma. Es un hombre obeso, en baja forma, con un ataque de ansiedad crónico que a duras pena controla a base de atiborrarse de pastillas. Su segundo al mando es Eugeney Loy, una joven policía con depresión y problemas de comunicación. Los otros tres miembros del grupo son un policía próximo a retirarse, un latin lover negro y un forofo del fútbol. Y es este insólito equipo el que debe investigar una serie de asesinatos cuyo único nexo en común es la ciencia.

La premisa no es mala, un grupo variopinto, sin grandes éxitos policiales, del que no se espera nada, y unos crímenes salvajes con un nexo común conspiranoico. Pero para mi gusto el autor no ha sabido plasmarlo correctamente. Se mete en explicaciones científicas que no vienen a cuento. Por favor, no necesitamos clases sobre la Teoría de la Relatividad o el Teorema de Pitágoras. Es que nada más encontrar el cadáver, lo primero que hacen es interrogar a un profesor de física sobre la teoría de Einstein y ni siquiera se les ocurre preguntar si conoce a la víctima. 

Entre explicaciones que no vienen a cuento, pistas que se encuentran en el aire (ven tres agujeros y ya saben de qué son y para qué lo quieren sin más pistas ni ayudas), y protagonistas con más traumas que experiencia, he perdido el interés paulatinamente, y solo en el último tercio lo he recuperado en parte. Es un libro que se me ha hecho a ratos pesado, y encima ese epílogo me han dado ganas de aplicar al autor los procedimientos a los que ha sometido a las víctimas.