Título: Mil soles espléndidos
Autor: Kahleed Hosseini
Género: histórica
Editorial: Salamandra
Páginas: 382
Hija ilegítima de un rico hombre de negocios, Mariam se cría con su madre en una modesta vivienda a las afueras de Herat. A los quince años, su vida cambia drásticamente cuando su padre la envía a Kabul a casarse con Rashid, un hosco zapatero treinta años mayor que ella. Casi dos décadas más tarde, Rashid encuentra en las calles de Kabul a Laila, una joven de quince años sin hogar. Cuando el zapatero le ofrece cobijo en su casa, que deberá compartir con Mariam, entre las dos mujeres se inicia una relación que acabará siendo tan profunda como la de dos hermanas, tan fuerte como la de madre e hija. Pese a la diferencia de edad y las distintas experiencias que la vida les ha deparado, la necesidad de afrontar las terribles circunstancias que las rodean —tanto de puertas adentro como en la calle, donde la violencia política asola el país—, hará que Mariam y Laila vayan forjando un vínculo indestructible que les otorgará la fuerza necesaria para superar el miedo y dar cabida a la esperanza.
Valoración ⭐⭐⭐⭐⭐
Maravillosa y dura novela, que tristemente cuenta una historia que nos hace llegar lo que realmente ocurre aún , y más ahora con la última actualidad en Afganistán.
La historia está ambientada en Afganistán, en distintas épocas, a través de los ojos de Mariam y Laila, dos mujeres muy distintas entre sí pero que ven sus vidas entrelazadas irremediablemente.
Empieza en los años 70 cuando la jovencísima Mariam, hija ilegítima de un potentado local, ve cómo su vida da un vuelco cuando el padre la obliga a casarse con un hombre treinta años más tarde.
En los años 80, a través de los ojos de Laila aún niña vemos el Afganistán invadido por los rusos y al llegar a su adolescencia las luchas entre las distintas tribus afganas tras lograr expulsar al enemigo común.
Y ya en los 90, y principios de los 2000, ambas mujeres nos muestran la vida en un país dominado por los talibanes. Juntas harán frente al infierno político del país así como a su propio infierno personal. Y es que si ya es difícil ser mujer en Afganistán, aún lo es más si tienes al enemigo en casa.
Una lectura dura, emotiva, de un libro que he devorado en menos de 24 horas.
