La vida de Eva Bruhn gira en torno a La casa alemana, el restaurante tradicional que regentan sus padres y en el que la familia comparte las pequeñas cosas del día a día: desde los entresijos de su trabajo en una agencia de traducción hasta el anhelo de que su novio se decida por fin a pedirle su mano a su padre. Pero en 1963 va a celebrarse en Frankfurt el primer juicio de Auschwitz, y el destino hace que Eva acabe colaborando con la fiscalía como intérprete, a pesar de la oposición de su familia. A medida que traduce los testimonios de los supervivientes, descubre la inmensidad y el horror de lo que sucedió en los campos de concentración y una parte de la historia reciente de la que nadie le ha hablado nunca. ¿Por qué todos insisten en dejarla atrás? ¿Por qué faltan fotografías en el álbum familiar? ¿Es posible vivir igual cuando se atisba la verdad?
Novela histórica, Narrativa
332 páginas
Nota: 4/5
Este libro es una historia de "despertares"; despertar a la madurez olvidando los sueños románticos de la infancia y adolescencia; despertar a la verdad personal, familiar o histórica; y despertar a un nuevo mundo, cuyos valores chocan con los tradicionales.
Despertar a la madurez. Sí, porque la protagonista se nos presenta al principio como una joven más preocupada por quedarse soltera que por cualquier otra cosa; centrada "egoístamente" en sus aspiraciones románticas. Esta auto-complacencia se ve socavada por la realidad de la vida. Eva descubre que la vida real, la vida de adulta, es más complicada de lo que parece y tiene que aprender a vivir con ello.
Despertar a la verdad. Y es que el juicio en el que Eva se ve casi por sorpresa envuelta es el gran despertar de la verdad a los ojos de los alemanes; en teoría sabían lo que había pasado, pero lo habían enterrado con la excusa de que eran los nazis, era la guerra, el pueblo no sabía nada. Este primer juicio sobre
Auschwitz pone en la palestra la verdad ante los ojos de un pueblo al que habían enseñado a olvidar/obviar.
Despertar a un nuevo mundo; un mundo que ha cambiado vertiginosamente. Un mundo en el que la mujer, supeditada al hombre (padre, prometido, esposo), quiere ser ella misma, quiere trabajar, decidir, tener derecho al éxito e incluso a equivocarse, es decir, a tomar decisiones sobre su propia vida. Y Eva aprende a tomar las riendas de su vida, a pesar de todo y todos, incluso a pesar de ella misma, demostrando que es una mujer con coraje, voluntad y conciencia de la verdad.
El libro es de lectura tranquila, sin grandes sobresaltos, pero que muestra una realidad que se ha tratado poco en la literatura, o por lo menos a mí me lo parece.