Porter y su equipo empiezan a reconstruir las pistas de este nuevo caso y, al mismo tiempo, en secreto, Porter sigue el rastro de Anson. Cuando sus superiores lo descubren, Porter queda suspendido de sus funciones mientras Clair y Nash buscan al asesino del lago. La pista de Anson llevará a Porter desde Chicago hasta Nueva Orleans y a Carolina del Sur. A cada paso que da, Anson parece estar manipulando los acontecimientos, siempre un paso por delante y Porter se da cuenta de que el único lugar más oscuro que la mente de un asesino en serie es la de la madre que le dio la vida.
608 páginas
Thriller
Nota: 3/5
Libro segundo de la serie El cuarto mono, estaba deseando leerle desde que terminé el primer libro de la serie, que me encantó verdaderamente.
Tras el cardíaco final del primer libro, Porter y su equipo son apartados del caso del Cuarto Mono que es traspasado a manos del FBI. Por si eso fuera poco, aparece un nuevo asesino, con muertes con una escenificación tan teatral como terrorífica. Y es en este punto donde Porter es apartado del servicio activo.
El libro se divide entonces en varias escenas, que se van sucediendo sin orden ni concierto:
- El equipo de Porter investigando los nuevos asesinatos
- El FBI con el caso del 4MK
- Porter, en una caza personal de Bishop
- Aparte de escenas intercaladas de las víctimas y del pasado de Bishop.
Hasta aquí todo correcto; tiene buena pinta, y tendría que haber sido una gran lectura. Pero no ha sido así, por lo menos para mí. Durante el primer tercio del libro se me ha hecho lento, casi aburrido, no conseguía implicarme en la historia. Y cuando por fin me atrapa, cuando por fin se pone interesante, …. el autor termina el libro con un cliff-hanger que dan ganas de plantarte en su casa a cantarle las cuarenta. ¡Pero qué d*****!
Y me queda la duda de qué hacer: comprarme el tercer libro para cerrar el caso o pasar de él olímpicamente. Porque para más INRI, el autor no lo ha publicado ni siquiera en inglés.
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