sábado, 4 de agosto de 2018

"Los perros de Riga" de Henning Mankell

En esta segunda entrega, tras haber familiarizado a sus lectores con la fría región de Suecia donde Wallander es jefe de policía, Mankell traslada al inspector fuera de su jurisdicción, al vecino país de Letonia. En la capital debe investigar la muerte de dos letones, cuyos cadáveres llegaron a la costa sueca, paradójicamente, a bordo de un bote salvavidas. Acosado por sus problemas de salud, sus remordimientos por desatender a su anciano padre o la angustia por la separación de su mujer y la pérdida de contacto con su hija, la vida del inspector dará un vuelco cuando conozca a Baiba Lepa, una mujer que agregará a los conflictos políticos de Letonia las turbulencias propias del amor.

Si hay un detective atormentado ese es Wallander. Un policía que al menos hasta ahora duda de sus propias capacidades, lleno de remordimientos por no atender todo lo que quisiera a su padre (con el que mantiene una relación un tanto tensa), dolorido por su divorcio y preocupado por una hija alejada de él.

Si a todo eso, que no es poco, le añadimos un caso que más se parece a un enfrentamiento de espías en plena guerra fría que a una investigación policial, tenemos un libro potente, intenso, no tanto por el caso en sí, que se las trae, sino también por las implicaciones personales de Wallander con parte de los implicados en la investigación.

Un muy buen libro, que me ha hecho pasar un gran rato mientras lo leía absorta.

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