Autor: Jérôme Loubry
Género: thriller
Editorial: Catedral (2021)
Páginas: 408
Nadie puede escapar del pasado.
Sandrine, una periodista de un periódico local de Normandía, recibe la noticia de la muerte de su abuela, Suzanne, a la que nunca llegó a conocer en vida. Sandrine viajará a la isla donde vivía su abuela para recoger todas sus pertenencias. El lugar está habitado por gente que llegó a la isla hacia finales de la Segunda Guerra Mundial con el fin de trabajar en un campamento de verano para niños cuyas familias habían sido especialmente afectadas por la guerra. Horas después de su llegada a la isla, Sandrine advierte que los lugareños ocultan algo, y unos días más tarde encuentran a Sandrine deambulando por una de las playas, sus ropas teñidas por la sangre de otra persona, y murmurando sinsentidos. Para entender la verdad, el inspector Damien Bouchard tendrá que bucear en el pasado y la memoria de Sandrine, poniendo en juego la cordura de Sandrine y la suya.
Una novela para los fans de Origen y Shutter Island.
La gran revelación del género en Francia: Prix Polar a la mejor novela en francés y Gran Premio del Iris Noir Bruxelles.
Valoración ⭐⭐⭐⭐⭐
La historia está dividida en varias partes a las que el autor llama balizas, cada una de ellas con varios capítulos. Son capítulos cortos, que se leen rápido. Y aunque en la primera parte del libro parecía que no conseguía entrar en la historia (algo que comprendí al avanzar en la lectura), fue llegar a la segunda baliza y ya no poder soltarlo. La historia me atrapó sin remedio, en un carrusel de emociones y tensión, que me tenía en vilo en todo momento. Y ese final, oh dios mío, ese final.
No puedo entrar en detalles ya que me arriesgo a hacer un spoiler. Sólo deciros que no os podéis perder este increíble libro.
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