La vida en Artemisa, la primera y única ciudad de la Luna, es difícil si no eres un turista adinerado o un multimillonario excéntrico. Así que hacer un poco de contrabando de lo más inofensivo no cuenta, ¿verdad? Sobre todo cuando hay que pagar deudas y tu trabajo como transportista apenas paga el alquiler. De pronto, Jazz ve la oportunidad de cambiar su destino cometiendo un delito a cambio de una lucrativa recompensa. Y ahí empiezan todos sus problemas, pues al hacerlo se enreda en una auténtica conspiración por el control de Artemisa que le obliga a poner en peligro su propia vida…
324 páginas
Ciencia ficción
Nota: 4/5
Segundo libro publicado por el autor de El Marciano, una novela que me encantó y en la que se basó la película del mismo título protagonizada por el gran Matt Damon.
Era muy difícil superar ese hito, el gran éxito alcanzado con su primer libro publicado, y como era casi de esperar no ha llegado a alcanzar la calidad ni el aplauso conseguido con su estreno como escritor de éxito. Aunque ha querido usar el mismo estilo, con un personaje en este caso femenino pero con parecido estilo de humor autocrítico, esta historia ha perdido la frescura y el feeling de El Marciano.
Aun así, el libro me ha gustado, es entretenido y cumple con lo esperado de un libro de ficción: llevarnos a otro mundo, diferente del nuestro, aunque en realidad no tanto.
La historia es una mezcla de ciencia ficción y novela negra. Ciencia ficción porque la acción se desarrolla en la luna, colonizada por los terrícolas que viven en una estación lunar, una especia de burbujas interconectadas que se comportan como una pequeña urbe de nuestro planeta. No hay extraterrestres, ni androides asesinos, sino meramente una localización en nuestro satélite. Y es novela negra porque la trama desarrolla las intrigas mafiosas, políticas y policiales de una pequeña población en un mundo colonizado de reciente creación.
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