Una mañana de septiembre en una aparentemente apacible ciudad inglesa cientos de personas empiezan a sufrir síntomas de asfixia, hemorragias y finalmente la muerte. Y cuando digo cientos, digo parcialmente toda la población. Sólo unos pocos supervivientes se mantienen en pie. Esta es su historia.
El estilo narrativo puede parecer frío, casi aséptico. Aunque hay persecuciones, no he sentido el stress y los nervios de otros libros a la hora de leer la parte en que los protagonistas se enfrentan a los no-muertos. No hay el típico ataque zombie que saltas de la silla, todo es "pausado", pero aún así cuando lo dejas te das cuenta que has estado en vilo, pendiente de cada palabra.
Pero es que en este libro lo importante no son las persecuciones, no hay un ataque fulminante. Todo va degradándose de forma paulatina, centrándose en la forma de reaccionar de los supervivientes; mostrándonos varios tipos: los que prefieren mantenerse ocultos en el primer sitio que pillan, los que buscan sobrevivir de forma activa y los que no pueden superar el pasado. Y es que te deja pensando cómo reaccionaría yo?
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