miércoles, 3 de diciembre de 2025

"La oración del mal" de Francisco Castro


Título: La oración del mal
Autor: Francisco Castro
Serie: Inspector Carlos de la Iglesia 02
Género: Novela negra
Editorial: Roca Editorial
Páginas: 304

Un thriller adictivo en el que la fe puede llevar a la muerte.

Un nuevo caso para el inspector Carlos de la Iglesia.

Tras solo una semana como novicia, una joven de apenas dieciocho años aparece asesinada en un convento de Galicia. El inspector Carlos de la Iglesia y su equipo comenzarán a seguir varias pistas presentes en el Antiguo Testamento en un intento de desentrañar la verdad que se esconde tras el crimen.

La investigación los llevará hasta una inquietante un enigmático y atractivo sacerdote que dará la vuelta a todos sus planes.

Valoración: ⭐⭐⭐

En un convento de la ciudad de Vigo aparece salvajemente asesinada una de las novicias. El caso es asignado al equipo formado por el inspector Carlos de la Iglesia, y los subinspectores Germán Porteiro y Pepa Oteiro. Cuando el novio de la chica confiesa el crimen, el caso parece resuelto pero no para el inspector. Su obsesión con encontrar la verdad se ve acentuado por su odio acérrimo por todo lo relacionado con la Iglesia.

La novela está ambientada en la ciudad de Vigo, cuyas descripciones son tan detalladas y atrayentes, que casi me pongo a buscar medio de transporte para visitarla. Se nota, no solo que el autor es de esta ciudad, sino que la conoce al dedillo, además del trabajo de documentación que ha realizado.

El trío protagonista se complementa muy bien: Carlos de la Iglesia, un policía rebelde, poco aficionado a seguir las normas, aficionado a la bebida, con una gran intuición para ver detrás de las fachadas y mentiras; Germán Porteiro, un policía currito, concienciudo, un tanto timorato y víctima propicia de las bromas del jefe; y Pepa Oteiro, inteligente, con un cerebro analítico que aplica al trabajo policial. 

El caso es un laberinto sin salida aparente. Cada vez que aparece una pista, esta llega a un punto sin salida u ocurre algo que bloquea ese camino. Por cierto, Carlos debería limpiarse el mal de ojo, qué gafe es el hombre. Eso sí, a cabezota no le gana nadie. Y hay que ser muy perseverante para enfrentarse a los fanáticos religiosos que forman la parroquia que investiga. 

En general. el libro ha estado entretenido, aunque no he llegado a conectar del todo con los protagonistas. 

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