La mesa estaba vacía. La silla había sido empujada en su contra, claramente esperando a su ocupante habitual. No había nadie. Nadie allí que hubiera podido hacer tal ruido. Nadie...vivo.
Un escalofrío atravesó su espina dorsal. Quería huir de allí. En cambio, se acercó un poco más.
Se acercó a la ventana y miró hacia afuera. La nieve caía suavemente sobre los tejados de la ciudad de Freeport. Era la víspera de Navidad, una noche de magia y paz.
"Vete a casa."
Bradley se sobresaltó. La voz había venido justo detrás de él.
Incluso antes de que se volviera, sabía que no había nadie allí.
Se frotó la parte posterior del cuello, todavía frío ante el susurro de aquellas palabras.
"Quienquiera que seas," dijo él en voz alta, "no estaré aquí mucho más tiempo. Lo prometo."
Misterio paranormal
214 p.
Nota: 4/5
Tercer libro de la serie protagonizada por Mary O’Reilly,
una singular detective cuyo mayor don es ver fantasmas.
Al contrario que en los anteriores libros en los que había una trama principal y luego una investigación secundaria relacionada con un fantasma que quiere cerrar un asunto pendiente, casi de forma anecdótica, en este libro la autora nos presenta dos tramas independientes, de forma tal que no hay una trama principal y otra secundaria, sino que las dos tienen su protagonismo.
Este libro resulta más oscuro que los anteriores, más intenso, con tramas que abordan temas muy duros como son la violencia de género y familiar. Pero no por ello el ritmo se ralentiza o cambia; el estilo sigue siendo ágil, de lectura fácil y con escenas rápidas.
Me ha gustado mucho más que el segundo y más que el primero también, lo que me da ganas de continuar con el cuarto libro. Pena que aún no haya sido traducido ninguno de los restantes libros de la serie, que ya va por veinte.
Al contrario que en los anteriores libros en los que había una trama principal y luego una investigación secundaria relacionada con un fantasma que quiere cerrar un asunto pendiente, casi de forma anecdótica, en este libro la autora nos presenta dos tramas independientes, de forma tal que no hay una trama principal y otra secundaria, sino que las dos tienen su protagonismo.
Este libro resulta más oscuro que los anteriores, más intenso, con tramas que abordan temas muy duros como son la violencia de género y familiar. Pero no por ello el ritmo se ralentiza o cambia; el estilo sigue siendo ágil, de lectura fácil y con escenas rápidas.
Me ha gustado mucho más que el segundo y más que el primero también, lo que me da ganas de continuar con el cuarto libro. Pena que aún no haya sido traducido ninguno de los restantes libros de la serie, que ya va por veinte.
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