La viejecita parecía amable, pero de ninguna manera iba a dejar a Jeremy, su pequeño de tres meses de edad, con una desconocida. Miró hacia fuera y vio cómo el carrito de otro comprador desesperado era volcado por el temporal. La anciana sintió su angustia y se ofreció para llamar a un empleado de la tienda que le ayudase a vigilar al niño mientras que Patrice buscaba su coche. El señor mayor, que llevaba la insignia de la tienda con su nombre, "Ron," parecía demasiado bueno para ser verdad. ¿Qué podría ser más seguro?
Menos de cinco minutos después, tras conducir su coche por el parking lleno de gente y nieve, Patrice se detiene frente a la tienda. Jeremy no está allí. Presa del pánico, corre hacia la tienda y mira a su alrededor. Jeremy no está por ninguna parte. Se abre camino a través de la cola de Atención al Cliente. La dependienta llama a Ron por el intercomunicador, y emite un Código ADAM. Cuando Ron aparece y ve que es un chico de tan sólo diecisiete años, Patrice se teme lo peor. "¡Oh Dios! ¡Han raptado a mi bebé! "
Mary O'Reilly, investigadora privada, está decorando su oficina para la Navidad, cuando la campana recién instalada en su puerta anuncia la llegada de alguien. Se detiene para ver a un niño de seis años, de pie al lado de su escritorio. Su nombre es Joey Marcum y quiere contratar a Mary para que encuentre a su hermano pequeño.
Mary asintió con la cabeza. "Está bien, Joey, pero quiero trabajar con la policía en este caso. ¿Te parece bien?"
Joey hizo una pausa. "Sí, creo que puedes hablar con ellos."
"Eso ayudará."
"Pero no puedes decirle a mi mamá que estás trabajando para mí," dijo, "¿Lo prometes?"
"Claro, lo prometo."
Joey se encogió de hombros. "No creo que lo entendiese de todos modos porque, ya sabes, estoy muerto."
Policíaca, paranormal
282 páginas
Nota: 2,5/5
Mary O'Reilly 02
Segundo libro de la serie protagonizada por Mary O'Reilly, una detective con una habilidad poco habitual puede ver y conectar con fantasmas.
En este segundo libro, Mary es contratada por Joey, el fantasma de un niño, que quiere que ayude a su madre a encontrar a su hermano pequeño, un bebé que ha sido robado. Para ello Mary vuelve a la gran ciudad, a Chicago, donde adquirió su extraño poder y donde vuelve a encontrarse con familia y amigos, pero donde también encuentra peligros insospechados.
La lectura es amena, entretenida, pero la intriga no lo es tanto. No hay sorpresas, ha resultado incluso más fácil que en el primer libro el saber quién es el malo, por dónde iba a salir así como otros detalles no relacionados con el caso en sí. Le doy un aprobado justito. Eso
sí: al traductor le suspendo; cada vez tiene más fallos de traducción y se
parece a una fan-traducción.
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