Autor: Stephen King
Serie: Bill Hodges 02
Género: Thriller
Editorial: Plaza & Janes
Páginas: 448
«Despierta, genio».
Así comienza la fascinante nueva novela de Stephen King sobre un lector fanático. El genio es John Rothstein, un autor de culto, creador del personaje de Jimmy Gold. Morris Bellamy está fuera de sí, no solo porque Rothstein haya dejado de escribir, sino también porque considera que el inconformista Jimmy Gold se ha vendido para dedicarse a la publicidad. Morris decide matar a Rothstein y vacía su caja fuerte para llevarse no solo todo el dinero sino además el verdadero tesoro: los cuadernos de notas de otra novela protagonizada por Jimmy Gold.
Morris lo esconde todo y al día siguiente acaba en la cárcel por otro crimen terrorífico. Décadas más tarde un chico llamado Pete Saubers encuentra el tesoro y ahora son él y su familia a quienes han de salvar Bill Hodges, Holly Gibney y Jerome Robinson del vengativo y trastornado Morris cuando salga de la cárcel tras treinta y cinco años encerrado.
Desde Misery Stephen King no había vuelto a retratar a un lector cuya obsesión por un escritor irá demasiado lejos. Quien pierde paga es un thriller absorbente, de ritmo vertiginoso, pero también es un libro sobre cómo la literatura puede moldear una vida para bien, para mal, para siempre.
Valoración: ⭐⭐⭐⭐⭐
Hace un par de meses participé en una Lectura Conjunta de Mr Mercedes, el primer libro de esta trilogía protagonizada por el policía retirado, Bill Hodges. Nos gustó tanto, pero tanto, que nos emplazamos para este mes para leer en conjunta el segundo libro de la trilogía, que acabo de terminar tras varias taquicardias seguidas.
Morris Bellamy es un don nadie un tanto obsesivo, con problemas con la autoridad, el alcohol y en general todo el mundo. Está obsesionado con la trilogía El corredor escrita por John Rothstein, escritor que en la cima de su carrera se retira y deja de publicar. Sintiéndose traicionado, Morris entra a la fuerza en la casa del motivo de su obsesión, para reclamar un cierre digno de la trilogía que siente traiciona el espíritu del personaje principal.
Peter Saubers es un niño que proviene de una familia en crisis, tras ser el padre víctima de un atropello múltiple causado por el conductor de un Mercedes (¿os suena?). Mientras da una vuelta por un descampado cerca de su casa encuentra un misterioso cofre con una importante cantidad de dinero y un montón de cuadernos manuscritos, que se convierten en su tesoro secreto.
Estos dos personajes, que quitan protagonismo al que da nombre a la trilogía, son el yin y el yang de la obsesión de un lector por la obra de un escritor. Los dos están obsesionados con la trilogía de El Corredor, los dos atesoran sus obras como si fueran diamantes, los dos ansían poseer los cuadernos, pero la diferencia está en cómo afecta esa obsesión a sus decisiones o su vida. Y cuando estos dos seres se encuentran el clímax de la historia explota como fuegos artificiales.
Es este un libro que nos toca de cerca, porque quiénes de nosotros, lectores voraces donde los haya, no nos hemos obsesionado en mayor o menor medida con un libro o autor. King coge esta común obsesión y la lleva al límite, traspasándolo en una reminiscencia de una de sus más insignes obras, Misery. Y es que el Rey es un artista a la hora de hacer guiños de sus obras en sus escritos.
Gracias a este grupo de lectura estoy conociendo y disfrutando de la obra de este autor que tenía años abandonado. Pronto, muy pronto leeré el siguiente. Ya estoy contando los días.