Me recomendaron esta autora como precursora de la novela nórdica europea y les doy completamente la razón.
Martin Beck no es el héroe al que estamos acostumbrados. Es un buen policía, pero enfermizo, con un matrimonio roto por la rutina, del que huye refugiándose en el trabajo.
En este primer libro de esta serie protagonizada por Beck ha aparecido el cadáver de una mujer, pero no se sabe donde fue asesinada, quien lo hizo, por qué lo hizo y sobre todo, no se sabe quién es ella. Un caso que se dilata en el tiempo, obsesionando a los policías que llevan su caso, donde no hay pruebas materiales ni sospechosos habituales.
El ritmo del libro es pausado, transmitiendo al lector la obsesión de los investigadores con un caso que parece no avanzar. Y donde la resolución del caso es fruto de la paciencia e intuición de los policías, más que de las pruebas materiales.
Me apunto esta autora para próximas lecturas.
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