Autor: Jean-Christophe Grangé
Género: novela negra
Editorial: Ediciones SM
Páginas: 336
Un ornitólogo suizo es encontrado muerto de un ataque al corazón... en un nido de cigüeñas. A pesar de esta pérdida, Louis, un estudiante que había sido contratado, decidió llevar a cabo sólo la misión prevista: seguir la migración de las cigüeñas a África para averiguar por qué muchos de ellos desaparecieron durante la temporada anterior.
A través los gitanos de Bulgaria, el territorio ocupado por Israelíes, luego en África, Louis va de enigma en enigma y de horror en horror: observando aves masacradas, cuerpos de niños mutilados en un laboratorio... Recuerdos de su propio pasado —sus manos tienen cicatrices de quemaduras, señales de un misterioso accidente— que pronto se mezclan con la investigación. Y es en el corazón de la India, Calcuta, donde saldrá la terrible verdad...
Esta obra posee todos los ingredientes del género: personajes perfilados al detalle, tensión argumental con crecimiento progresivo, mezcla de acontecimientos misteriosos que acentúan la complejidad de la trama, múltiples escenarios descritos con precisión, pistas falsas para confundir al lector... y un desenlace que impacta.
Valoración: ⭐⭐⭐☆☆
Me costó entrar en la trama, sobre todo porque la ornitología no es algo que me interese demasiado (je je je).
La trama es la más viajera que he visto en mucho tiempo; el protagonista se recorre medio mundo en su investigación. Junto con Louis recorremos Suiza, Bulgaria, Eslovaquia, Israel, República Centroafricana y Bélgica.
La historia no está mal, una vez pasado el primer trago se vuelve entretenido pero le falta algo más, no sé explicarme. Por ejemplo, aún no sé por qué comenzó la investigación; se por qué la continuó pero el comienzo, no entiendo su motivación; sorpresas que ya me esperaba; y algunas cosas más que no puedo decir por no desvelar la trama.
En fin, un libro entretenido pero que podía haber sido algo más.
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