Han pasado veinticinco años desde la aparición del primer brote zombi y veinte desde que la humanidad sucumbiera en su práctica totalidad. Solo una ciudad resiste.
Cartagena, año 2040.
Gonzalo Gutiérrez, hijo del hombre que hizo posible la supervivencia de la ciudad, se prepara para ser elegido oficialmente como presidente del último refugio seguro para los humanos.
Pero la paz no dura mucho. Cuando parece que el sueño de volver a vivir en armonía está a punto de ser una realidad, una serie de crímenes hace tambalearse todo lo que han conseguido, forzando a Gonzalo a decidir hasta dónde es capaz de llegar para que la raza humana sobreviva.
Aunque ambientado en un mundo invadido por zombies, en este libro los no-muertos son el mal menor. Y es que donde hay un grupo de personas, formando sociedad, surgen los problemas de siempre: el ansia de poder, resentimientos, ambición, vicio, ....
Aunque algo decepcionada, ya que lo empecé con la idea de enfrentarme a una horda de muertos vivientes, al final me ha gustado como enfoca la historia desde un punto de vista ético, que al final te deja con la duda ¿el fin justifica los medios?
No hay comentarios:
Publicar un comentario