En un descanso de sus estudios de medicina, Hugh Grange se encuentra también en la ciudad visitando a su tía Agatha, una verdadera institución local que se ha jugado su cuidadosamente construida reputación con la contratación de la joven maestra.
Pero mientras Beatrice se prepara para descubrir una nueva vida, y quizá el amor, en esta pintoresca comunidad, el verano parece a punto de acabar y lo inimaginable está a punto de comenzar...
En la pequeña ciudad de Rye, típica población inglesa, todo sigue un orden establecido. Los nobles se sienten por encima de todos y aunque parezca que se quieren acercar al pueblo llano, todo tiene su límite. La llegada de Beatrice, contratada contra todo pronóstico como maestra de latín, coincide con los prolegómenos de la I Guerra Mundial. Estos dos hechos, tan distintos entre sí, vienen a romper la vida cotidiana de una nobleza a veces rancia, unos burgueses que quieren emular y superar en esnobismo a los mismos nobles y una población que mira mal a los que se salen del guión.
En este libro, de lectura amena, fluida, pausada se puede decir, la autora nos describe un mundo, no tan lejano, donde el que dirán, la posición social y el mal llamado honor priman sobre todo lo demás. Los humos de los nobles, que llegan a la ridiculez, encienden la indignación del lector. El machismo llevado a su paroxismo, hace que esta indignación suba de grado, identificándose en este caso con Beatrice, que rompe moldes aun sin planearlo.
Tiene muy buena pinta, lo apunto que seguro me gusta. Besinos
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