Increíble como a través de apenas 82 páginas, en unas cuantas cartas, la autora puede transmitir la realidad de la Alemania nazi en un mundo que se niega a ver lo evidente.
El libro, escrito de forma epistolar, lo forman un conjunto de cartas que se intercambian dos amigos y socios: un judío americano (Max) y un gentil alemán (Martin). Lo que al principio es una amistad a prueba de bombas termina sucumbiendo a la "magia" del nazismo.
Sólo si nos atrevemos a leer entre líneas en las primeras cartas, vemos que la semilla del anti-semitismo está ahí plantada desde el principio y que era tierra fértil para la palabrería mesiánica de Hitler. La forma en que Max casi idolatra a Martin, honrado por su amistad; las palabras paternalistas de este último al primero, aconsejándole que se case con una buena mujer judía, bajita y regordeta. Palabras que en sí mismas no dicen nada malo de por sí, pero que dentro del contexto anti-semita se leen de distinta forma.
Por otro lado, este libro también muestra otro tipo de discriminación. Y es que el autor de este libro es una mujer, Katherine Kressmann Taylor, que tuvo que firmar Kressmann Taylor porque la editorial pensaba que el libro no tendría repercusión si se sabía que el autor era una mujer.
Un magnífico libro, que os recomiendo leer encarecidamente.
Lo leí hace unos cuantos años. Tal como lo terminé tuve que leerlo otra vez. Es una pequeña joya.
ResponderEliminarBesotes!!!