En las montañas de Jämtland dos mujeres hacen un descubrimiento macabro: del suelo sobresalen los huesos de una mano. La policía local llega a la escena del crimen y no encuentra uno, sino seis cuerpos; entre ellos, el de dos niños. Todos fueron asesinados por un disparo en la cabeza.
No hay testigos, no hay pistas y nadie ha denunciado ninguna desaparición… Cuando el equipo de Torkel Hölgrund acude al lugar de los hechos para hacerse cargo de la investigación, todo se complica. El psicólogo criminal Sebastian Bergman atormenta a todos con sus problemas personales consiguiendo, una vez más, que las tensiones vayan en aumento.
El caso resulta ser un rompecabezas mucho más complejo de lo que habían imaginado. La identidad de las víctimas es un enigma y cuando, al final, Bergman ahonda en las pistas y consigue tirar del hilo, el Servicio Secreto aparece de improviso para archivarlo. Alguien en las altas esferas quiere tapar estas muertes a cualquier precio… Pero ¿conseguirán parar a Sebastian Bergman?
Con la fuerza de Stieg Larsson y la intriga de Twin Peaks, llega un nuevo caso para Sebastian Bergman, el psicólogo criminal más brillante, atractivo e insufrible del género negro.
Tercer libro de la serie protagonizada por Sebastian Bergman, y puedo decir que los autores se superan a sí mismos con cada libro.
En este caso el equipo investiga la muerte de seis personas que han aparecido en una fosa común. Y al mismo tiempo asistimos a la investigación desesperada que emprende una madre inmigrante, que busca a su esposo desaparecido. ¿Pero qué tienen que ver estos dos casos, aparentemente sin ningún lazo común? La respuesta además de impresionante, es de un realismo que asusta.
Pero, además, los autores ahondan en las relaciones interpersonales y vidas privadas de los miembros del equipo, mostrando aspectos hasta ahora desconocidos de los protagonistas.
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